El uso medicinal del cannabis parece ser en gran medida seguro para el tratamiento del dolor crónico, al menos en las personas que cuentan con alguna experiencia en la toma del fármaco.
Un equipo de investigación canadiense comprobó que las personas que tomaban cannabis para aliviar su dolor no presentaban un riesgo mayor de sufrir efectos secundarios graves, en comparación con las personas con dolor que no lo consumían.
Los investigadores siguieron a 215 pacientes adultos con dolor crónico que tomaron cannabis medicinal (con un contenido del 12,5% de tetrahidrocannabinol) durante un año, y los compararon con un grupo control de 216 pacientes con dolor crónico que no lo consumían. El estudio contó la colaboración de siete centros de tratamiento del dolor de Canadá.
Las personas podía consumir la marihuana del modo en que desearan: fumarla, comerla con los alimentos o inhalarla con un vaporizador. Hubo poca diferencia en cuanto a efectos secundarios graves entre ambos grupos, según los investigadores, aunque los usuarios de cannabis presentaron un riesgo un 73% más alto de sufrir efectos secundarios leves, como dolores de cabeza, náuseas, somnolencia y mareos.
[J Pain 2015]
Ware MA, Wang T, Shapiro S, Collet JP; COMPASS study team
[J Pain 2015]
Ware MA, Wang T, Shapiro S, Collet JP; COMPASS study team
